MI DÍA DE SUERTE
- Cecilia Viejo
- 11 may 2017
- 2 Min. de lectura
Hoy va a ser tu día de suerte. A ver, ¿que has acumulado en estos tres años? Un cepillo de dientes, un peine, ropa interior... espero que no tengas mucha, ¿que número calzas? ¿un 40? Pues cuanto más pequeño mejor, menos te pesará. Te vamos a dar unas deportivas. Tienes... 5 camisetas y 2 jerséis. ¿Libros? Regálalos, quítate todo de encima. Demasiado peso. Mete todo en estas dos bolsas, vamos a llamar un taxi hasta la puerta. Te damos un billete, y como es tu día de suerte, te mandamos a la estación Delicias.
Porque no has recibido ningún dinero en 3 años, ¿no? Pero como es tu día de suerte, como hoy te damos la libertad, se te va a romper el asa de la bolsa. Estás en la calle, sólo. Se están poniendo nubes, ¿para dónde vas?. Acuérdate, de que si ves una fuente no puedes beber. Cuando llevas varias horas andando por Zaragoza, te das cuenta de que en los bares pone "servicio solo para clientes". A ver si vas a beber agua, y luego no te van a dejar entrar en los baños. Pero bueno, tienes que dormir. Vas hasta el refugio, con las manos en carne viva, porque vienes andando desde la estación. Te para un policía. La documentación. Me la han robado mientras iba a mear. Ese día duermes otra vez entre rejas.
Pero es tu día de suerte, disfruta de tu libertad.
Transcripción de la narración de Hipólito Pradas Collado, ex-recluso, que recoge los testimonios de varios de sus compañeros en prisión sobre el trato que da Instituciones Penitenciarias el día que termina la condena.

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